El rol de la organización respecto al sistema vial viene determinado, por un lado, por su amplia flota de vehículos, de diversa tipología, que emplea para dar respuesta a las necesidades de la actividad. Esto convierte a la compañía en usuarios del sistema vial y como tales, los vehículos propios tienen influencia y se ven influenciados por las condiciones de las vías. Además, es relevante señalar la necesidad de desplazamiento para ir y volver del trabajo del personal de la empresa que generalmente se produce a través de vehículos privados.

Por otra parte, la actividad de la organización lleva aparejada una logística de adquisición y suministro de productos y servicios que generan interacciones con el sistema vial, si bien esta actividad es llevada a cabo por proveedores y transportistas mayoritariamente externos.

Por último, dentro de las actividades propias de la compañía se encuentra el mantenimiento y conservación de carreteras, infraestructuras y redes. Esta actividad tiene un impacto significativo en el sistema vial en aplicación de los requisitos establecidos por los titulares de las vías. En general se puede afirmar que la actividad constructiva de la organización en las vías pueden generar afecciones al tráfico como cortes, desvíos, trabajos con tráfico, etc., y por tanto tiene incidencia en la seguridad vial.

Por todo ello, la compañía se dota de un sistema de gestión de la seguridad vial basado en la norma ISO 39001 que promueve un enfoque de sistema seguro cuyo objetico, a largo plazo, es la eliminación de los potenciales daños que todo accidente de tráfico provoca, basándose en el fomento de buenas prácticas, la mejor gestión de su flota de vehículos y en el análisis de los riesgos de seguridad vial más relevantes de sus procesos.